Este Cami de Lluc comienza en el mar, dónde nace la vida, y culmina en el lugar más alto, la montaña, donde se encuentra Lluc, el Bosque Sagrado.
Cuando camines, olvídate por un momento del conocimiento y deja que la bóveda celeste se abra sobre tu cabeza y que la belleza de esta Mallorca desconocida resuene en tu interior.
Caminando, te encontrarás con senderos, cuevas, montañas, playas, torrentes, puentes, bosques, casas, animales, lugares de poder... todos ellos están en tú camino para que abras los ojos y el corazón. A veces despertarán tu admiración y otras tú compasión. Ábrete a sentir la experiencia de ser un peregrino y dialoga con las energías que te encuentres.
Mallorca, esta tierra que recorres, es una Isla de Transformación, un paraiso lleno de pliegues que se descubren ante tí para abrir tu corazón. Su belleza es para tu deleite. Honralá con cada paso y sonríe a quien te cruces.
Déjate deslumbrar por la maravillosa diversidad natural y paisajística que acoge. Sus higueras, olivos, almendros, caquis... es un jardín que solo el peregrino puede ver en su verdadera dimensión.
Y déjate contagiar por el mestizaje de su cultura y tradiciones.
En estas rutas, también te encontrarás con heridas del paisaje, caminos cortados y asfalto ... piensa en qué puedes hacer tú para que ese lugar sea más bello, limpio y accesible.
Los caminos de este peregrinaje por Mallorca culminan en Lluc, un bosque sagrado, un templo de la ecología, un lugar donde la vida se autosostiene y los ciclos naturales se suceden armónicamente alimentando la biodiversidad y la evolución.
Puedes acceder al corazón de la montaña a través de esta peregrinación y recuerda que sucede dentro y fuera de tí.