Descripción de la ruta de Ses Salines


Situados frente al faro del cabo de ses Salines, en la porción de roca arenisca, con la visión de Cabrera al frente y con la árida vegetación que la rodea, iniciamos esta extensa ruta hacia el Bosque Sagrado de Lluc. Hacemos unas cuantas etapas por la costa, cómodos, sin apenas desnivel de subida y bajada, y con el azul turquesa del sur inundándonos los ojos. Dejamos bajo tierra el misterio de la cueva de Vallgornera.

 

 

Ya desde Llucmajor, nos adentramos hacia el macizo de Randa, montaña sagrada y misteriosa del centro de Mallorca. Lugar de retiro de Ramon Llull y punto desde el que se hacía cada año la bendición de los campos de cultivo de la isla.

 

 

Situados aquí arriba, se puede apreciar el alcance, la longitud y la profundidad que tiene la ruta más larga del Camí de Lluc.

 

 

Cruzamos pueblos como Algaida, Biniali, Consell, Alaró, que nos indican la sintonía perfecta con el paisaje. Subimos hacia Solleric, valle privilegiado entre las muelas del Puig de Alaró y Alcadena, y ya desde Tossals Verds, Lluc se nos presenta más y más cerca. Una vez superada la cresta de'n Galileu, atravesar las casas de nieve, bajar por Son Massip, llegaremos cubiertos de encinas, al final de esta ruta hacia el Bosque Sagrado.

 

 

La gracia de esta ruta consiste en atravesar por lugares donde habitualmente los excursionistas no transitan y toparnos de golpe con el alma del Pla de Mallorca, surcado por densos matorrales, torrentes temporales, rincones inesperados, cultivos y lugares donde el tiempo transcurre a otro ritmo, como la aldea de So na Rossa, que nos hacen apreciar la virtud de llegar a los lugares a pie, paso a paso, poco a poco.