Mallorca, Lugar de peregrinaje

Mallorca es una isla tan bella y única que en los últimos sesenta años se ha convertido en un parque de atracciones para los turistas. Pero para mí Mallorca no es un destino turístico, es un lugar de peregrinación.

Si viajas a esta isla como turista encontrarás un hotel o una playa similar a la de muchos otros destinos. Pero si vas como peregrino y sientes y aprecias profundamente el lugar encontrarás en Mallorca algo especial, único, sagrado y bello, que tiene su propia integridad y su propio genio.

Cuando me encuentro con personas que desean visitar Mallorca les invito a que viajen a Mallorca como peregrinos, no como un turistas. Porque si quieres tener una idea del espíritu mallorquín y sentir la energía del lugar tienes que ir sin ideas o expectativas preconcebidas.

Cuando viajas como turista, estás principalmente interesado en ti mismo. Buscas tu propia comodidad. Quieres la playa para ti, un buen hotel para ti, un buen restaurante para ti. La mente turista es una mente muy egocéntrica, muy centrada en si misma.

La mente turista dice: no me importa el lugar, yo quiero mi comodidad. Pero cuando acudes como peregrino, viajas por el valor intrínseco del lugar en si. La mente del peregrino está libre de las expectativas, libre de ideas preconcebidas y sin juicio. Y está en un viaje de descubrimiento; descubrimiento del lugar y el descubrimiento de uno mismo.

La peregrinación es un viaje de autorrealización a través de la gratitud y el aprecio. Debido a que un peregrino no tiene expectativas, tiene el placer, el deleite y la alegría en la celebración del lugar que descubre. Además, crea una relación profunda consigo mismo y con la gente que se encuentra.

Yo he visitado Mallorca durante los últimos 10 años y he ido descubriendo con frescura y sorpresa la cualidad sagrada de esta Isla. Por este motivo le digo a la gente que si quieren encontrar la alegría y el deleite vayan a Mallorca como peregrinos y no como turistas.